Las personas asumen que la pena de muerte viola el derecho más importante, el cual es el derecho a la vida. Cuando se aplica la pena de muerte, es irreversible, los errores realizados no tienen la posibilidad de deshacerse, una persona inocente podría ser liberada de la prisión por un delito que no cometió, sin embargo, una ejecución jamás se puede revertir.
Dennis Domínguez Valverde (29, abogado): “La pena de muerte tiene un impacto social importante frente a las consecuencias que puede ocasionar violar la ley (pero tarde o temprano el hombre se termina acostumbrando) , más no garantiza seguridad puesto que el sistema tiene que ser perfecto para no estar frente a falsos positivos, es decir si condenamos a una persona a la pena máxima (la muerte) en un momento determinado y posteriormente se evidencia que fue inocente, como sociedad y estado habremos vulnerado el derecho humano por excelencia que es la vida, y no habrá forma de remediar.

Jorge Vásquez Ortiz (45, docente): “No, porque la pena de muerte es inhumana, solo Dios tiene ese privilegio de dar y quitar la vida. La corrupción, la delincuencia y otros delitos están campeando al país, entonces, las penas deben ser más severas y drásticas para todos los que cometan una infracción a la ley y a los derechos humanos; las sanciones no deben tener privilegios, incluyendo a los más altos funcionarios y servidores del estado, incluso a jueces, fiscales y altos mandos de las Fuerzas Armadas y policiales. Lo que se debe hacer en el Perú es aplicar penas más drásticas y severas como cadena perpetua a toda clase de delitos”.

Mirella Castillo Mendoza (47, abogada): “Como abogada estoy en contra de la pena de muerte porque estamos en un Estado de derecho en el cual se deben de respetar las normas que ya están impuestas y respetar los debidos procesos, si no estaríamos en un país no democrático, para eso ya existen normas del código penal, normas que de acuerdo al delito cometido son sancionados; si no estaríamos bajo una norma de la ley ojo por ojo, diente por diente o mejor dicho si a mí me matan un ser querido yo voy a ir a hacer lo mismo a la otra persona, eso no es así. En nuestra sociedad moderna existen normas que se respetan, todo privilegio del ser supremo es el derecho a la vida, ese derecho es el más fundamental y el que hay que proteger ante cualquier situación”.

Liz Barboza Vásquez (24, estudiante): “Sí, porque si no nunca van a cambiar las personas que cometen delitos mayores cómo son matar, violar, etc. siempre es lo mismo y luego los jueces bien pagados sueltan a estos delincuentes o dan penas menores y salen como si nada y vuelven a hacer daño a las personas. Vemos ejemplos en otros países que se aplica la pena de muerte y hay más orden en su sociedad, tienen otro sistema de justicia y así debe ser para que la sociedad no sea corrompida más de lo que ya está. También sería bueno mejorar el sistema de educación desde el jardín a los niños enseñarles e incentivar bien sus valores para que así de adultos sean personas responsables, con buenos valores, con metas y de buen vivir”.

Juan Acuña Saucedo (25, Ingeniero): “Estoy en desacuerdo con que la pena de muerte se aplique en el Perú, ya que es consecuencia jurídica de un delito o acto ilícito cometido contra la sociedad, sabiendo que no se respalda el homicidio en la justicia, por lo que se convierte en un homicidio justificado, siendo una pena cruel, inhumana y degradante para el derecho penal, que consiente a la ley todos los agravantes como acto doloroso, alevoso y ventajoso tratándose de violencia legalizada. Si se permite la pena máxima, también se está permitiendo la pena mínima, como la de torturar, señalar y evidenciar al sentenciado, degradarlo, excluirlo, transgredir sus derechos y violentarlo, de tal modo creo que con la ejecución del victimario, delincuentes o malhechores no se resarce el mal causado y no representa un bien para la sociedad”.

Diomer Terrones Saucedo



