Dos semanas antes del fallecimiento de Diego Armando Maradona, ex capitán de la Selección Argentina, recibió el alta médica luego de permanecer internado por diez días a causa de una operación contra un hematoma subdural en la Clínica Olivos ubicada en Buenos Aires.

Su médico personal, Leopoldo Luque, reveló que Diego Maradona había pretendido abandonar antes el centro médico, pero optaron por mantenerlo más tiempo en observación.

​

El miércoles 11 de Noviembre fue trasladado a su nuevo domicilio ubicado en la zona norte del Gran Buenos Aires bajo el resguardo de una enfermera y familiares las 24 horas. Maradona se hallaba en tratamiento por un cuadro de abstinencia a causa de su excesivo consumo de alcohol que se mezclaba con los medicamentos que tomaba para conciliar el sueño y manejar su ansiedad.

Este último fin de semana le habían quitado los puntos de sutura en la cabeza y le dieron el alta definitiva. Su equipo médico contemplaba la chance de que volviera a trabajar en un plazo determinado para que recuperara su rutina, pero antes se preparaba una reunión de su familia completa para que todo avance paso a paso.

​

Antes de su aniversario 60, el Diez había caído en un pozo anímico que lo afectó, por diversos motivos. Por un lado los problemas con su familia que se habían generado antes de su cumpleaños; por otro, el hecho de haberse tenido que aislar de forma preventiva tras posible contagio de coronavirus que al final fue descartado, también le llenaba de angustia la falta de sus padres en estos últimos tiempos, Doña Tota y Don Diego.

 

Una mañana Diego Maradona se despertó normalmente, tomó las pastillas indicadas y se recostó nuevamente argumentando “cansancio”. Al mediodía su psiquiatra y su psicólogo entraron a la habitación y advirtieron que algo no andaba bien. Enseguida llamaron de urgencia a su servicio médico y varias ambulancias acudieron a la casa situada en el barrio Villanueva de Tigre. Trabajaron en el Diez durante cerca de una hora. Pero no hubo caso. Y llego El final que nadie quería escuchar ni contar, el corazón que hizo latir de pasión a todos los argentinos, se apagó.

​

Se confirmó a las 12, el 25 de noviembre, la muerte de Diego Armando Maradona a los 60 años.